Al reciclar:
1. Conservamos los recursos.
Porque disminuimos la extracción de recursos renovables y no renovables. Por ejemplo: el papel proviene de recursos renovables como la madera, se talan árboles para producir papel, por lo tanto es necesario sembrar más árboles.
2. Ahorramos energía
Porque estamos reduciendo la necesidad de procesar nuevos materiales, lo cual exige más energía que el proceso de reciclaje en sí. Por ejemplo: reciclar una lata de aluminio, requiere solo del 5% de la energía total necesaria para producir la misma lata de aluminio de material nuevo.
¡Esto indica que ahorramos el 95% de la energía!
Reciclar papel sólo requiere de un 25% de la energía necesaria para su fabricación, ahorramos el 75% de energía, cabe destacar que estos porcentajes también son significativos en el reciclaje de vidrio, metal, acero, etc.
3. Reducimos la contaminación
Porque al reciclar un producto no generamos basura innecasaria por cada tonelada de periódico reciclado, se emiten 1kg. menos de contaminación atmosférica, evitamos la tala de diecisiete árboles de seis u ocho años, ahorramos el 60% del volumen del agua, ahorramos el 50% de la energía eléctrica y generamos menos del 50% de los desechos sólicos.
4. Tenemos un ahorro económico considerable.
Porque el reciclaje nos da ganancias a largo plazo. Reducimos nuestras necesidades de consumo y bajamos el costo de operación de las empresas que fabrican nuestros consumos.
Igualmente el reciclaje reduce indirectamente los botaderos de basura y al mismo tiempo contaminamos menos.
5. Conservamos la tierra
Porque al reciclar salvamos terrenos valiosos que se destinan a botaderos de basura, pudiendo ser usados para otros fines. Además estos terrenos se llenan a largo plazo y tienen que ser sustituidos por otros.
A veces estos procesos de búsqueda de terrenos baldios para este fin se hacen difíciles, bien sea por objeción de asociaciones de vecinos, malos olores a sitios aledaños, riesgo de filtraciones a fuentes de manantiales subterráneos, entre otros. Las dos mejores formas de reducir la necesidad de nuevos terrenos para usarlos como botaderos son: generar menos cantidad de desperdicios y reciclar los productos o desechos que consideramos basura.
1. Conservamos los recursos.
Porque disminuimos la extracción de recursos renovables y no renovables. Por ejemplo: el papel proviene de recursos renovables como la madera, se talan árboles para producir papel, por lo tanto es necesario sembrar más árboles.
2. Ahorramos energía
Porque estamos reduciendo la necesidad de procesar nuevos materiales, lo cual exige más energía que el proceso de reciclaje en sí. Por ejemplo: reciclar una lata de aluminio, requiere solo del 5% de la energía total necesaria para producir la misma lata de aluminio de material nuevo.
¡Esto indica que ahorramos el 95% de la energía!
Reciclar papel sólo requiere de un 25% de la energía necesaria para su fabricación, ahorramos el 75% de energía, cabe destacar que estos porcentajes también son significativos en el reciclaje de vidrio, metal, acero, etc.
3. Reducimos la contaminación
Porque al reciclar un producto no generamos basura innecasaria por cada tonelada de periódico reciclado, se emiten 1kg. menos de contaminación atmosférica, evitamos la tala de diecisiete árboles de seis u ocho años, ahorramos el 60% del volumen del agua, ahorramos el 50% de la energía eléctrica y generamos menos del 50% de los desechos sólicos.
4. Tenemos un ahorro económico considerable.
Porque el reciclaje nos da ganancias a largo plazo. Reducimos nuestras necesidades de consumo y bajamos el costo de operación de las empresas que fabrican nuestros consumos.
Igualmente el reciclaje reduce indirectamente los botaderos de basura y al mismo tiempo contaminamos menos.
5. Conservamos la tierra
Porque al reciclar salvamos terrenos valiosos que se destinan a botaderos de basura, pudiendo ser usados para otros fines. Además estos terrenos se llenan a largo plazo y tienen que ser sustituidos por otros.
A veces estos procesos de búsqueda de terrenos baldios para este fin se hacen difíciles, bien sea por objeción de asociaciones de vecinos, malos olores a sitios aledaños, riesgo de filtraciones a fuentes de manantiales subterráneos, entre otros. Las dos mejores formas de reducir la necesidad de nuevos terrenos para usarlos como botaderos son: generar menos cantidad de desperdicios y reciclar los productos o desechos que consideramos basura.
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